No más magia?

Bellatrix Lestrange, una de las mortífagas más temidas por el mundo mágico, había recibido órdenes de Lord Voldemort. Debía retornar al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, y someter a cualquiera que se negase a aceptar la voluntad del Señor Tenebroso. Consciente de que no debía fallar, rapidamente cogió su escoba mágica y se dirigió a la estación de King's Cross, dispuesta a seguir el camino que sigue el tren de Hogwarts. Miraba con odio a todas las personas a su alrededor, a las que considera escoria no mágica, conteniendo sus ganas de mandar maldiciones asesinas por todos los lados, consciente de que debería pasar desapercibida hasta que no fuera inevitable.

Bella decide usar su magia para hacerse invisible, y se elevó por los aires, iniciando su camino a la escuela mágica. Ávida por causar desastres, se desplazaba a la mayor velocidad que podía. Tras unas horas de viaje, comenzó a vislumbrar el castillo. Sonrió con maldad, pero, de repente, la escoba comenzó a caer en picado, sin que la bruja pudiese hacer nada para controlarla. Bella hizo aparecer un colchón de la nada, aunque resultó ser extrañamente pequeño y endeble, aunque suficiente para amortiguar la caída. Extrañada, intentó volver a volar, pero la escoba no respondía. Molesta, tiró la escoba al suelo y comenzó a caminar hacia el castillo. "Al menos está cerca", pensaba.

Al llegar a la puerta principal del castillo, se encontró con un hombre trajeado en la entrada, que parecía estar esperando. Bellatrix no se lo podía creer, ¡era un muggle! La bruja encaró al hombre, con una mirada que demostraba más que asco.

Bellatrix Lestrange: ¿Quién demonios eres y que haces en una escuela de magia?

?????: ¡Aquí las preguntas las hago yo, este es mi castillo, y tú no tienes pinta de luchadora!

Bellatrix Lestrange: ¿Tu castillo? ¡Esto es el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería!

?????: ¡Era! Yo soy Forest Gump y este castillo es la nueva sede de mi compañía de lucha libre.

Bellatrix Lestrange: ¡Este castillo pertenece al Señor Tenebroso, y jamás se convertirá en un lugar de exhibiciones de duelo muggle!

Bellatrix Lestrange apuntó con su varita a Forrest Gump, y trató de lanzar una maldición asesina. Sin embargo, de su varita apenas saltaron una débiles chispas verdes. Forrest Gump miró burlonamente a Bellatrix, y comenzó a reirse. La bruja, enfurecida, miraba su varita mágica con cara de asombro.

Bellatrix Lestrange: ¿Pero que ocurre aquí?

Forrest Gump: ¡Esas cosas no funcionan aquí! ¡De eso se ha encargado el barbas que me vendió el castillo! Me dijo que había unos pirados a los que les gustaría hacerse con este castillo, y utilizarían la magia, así que se ha encargado de inhabilitarla en todo el perímetro del castillo. Vuestros trucos baratos no van a funcionar conmigo. ¡Así que como no tenéis ni idea de luchar, largo de aquí, no tengo problema en que te vayas calentita a casa!

La bruja, consciente de que no tendría ninguna posibilidad en un asalto físico, reculó y dio varios pasos atrás.

Forrest Gump: ¡Así me gusta! Aquí no queremos gente que no sabe defenderse sin esos palos de madera. Vete y no vuelvas.

Bellatrix Lestrange: Demuestras una gran osadía hablándome de esta forma. Pero me encargaré de hacerte tragar tus palabras... ¡por el Señor Tenebroso!

Tras este grito, Bellatrix Lestrange se da la vuelta, alejándose del castillo, con la intención de planificar una nueva estrategia.